miércoles, 29 de marzo de 2017

LA LEYENDA DEL ANGEL TOCANDO LA TROMPETA EN LA CATEDRAL DE SEGOVIA

El exterior de la catedral de Segovia tiene una gran cantidad de ornamentación, destacando las gárgolas,  los pináculos y los adornos de tracería gótica. Si observamos la Catedral desde su parte delantera podremos ver que en uno de los pináculos se alza un Ángel en bronce tocando la trompeta (en este caso se trata de una estatua). Si observamos la Catedral desde su parte trasera podremos ver otro ángel con actitud de correr y que en este caso se trata de una veleta (este ángel se encuentra en posición de correr con las alas extendidas; lleva un casco emplumado o con penacho y toca una trompeta que sostiene en su mano derecha). De estos dos ángeles vamos a hablar.
Cuanta la leyenda que el día que los Segovianos oigan tocar la trompeta de uno de los dos ángeles, el mundo se acabará.
En el último de los libros que forman la Biblia, el llamado libro del Apocalipsis, se habla de las 7 trompetas y de su relación con el fin del mundo. Ya en el Antiguo Testamento se habla del uso de las trompetas, no como instrumentos musicales sino como instrumentos que tocaban los sacerdotes ante una batalla o en adoración, con la intención de que dicho sonido les recordara que Dios se acordaba de su pacto con ellos. En el Nuevo testamento las trompetas están asociadas con la segunda venida de Cristo, pero las trompetas que nos interesan y que nos hablan de la leyenda que nos ocupan, están en el libro del Apocalipsis. En dicho libro las trompetas son tocadas como una respuesta de parte de Dios a las oraciones de los mártires y anuncian juicio y destrucción contra los enemigos de Dios ). El juicio y la destrucción aumentan en intensidad a medida que las trompetas son tocadas, apareciendo desde las plagas que afectan al mundo natural, hasta horrores demoníacos que queman y matan a los habitantes de la tierra.





Como hemos hablado de 7 ángeles, habría que preguntarse cuáles son los que están representados en  el exterior de la Catedral de Segovia y por qué aparecen . Para investigar esto hay que irse al llamado Libro de Enoc  (libro que forma parte del canon de la Biblia de la Iglesia ortodoxa etíope pero no es aceptado como canónico por las demás iglesias cristianas) y veremos que los 7 arcángeles son Miguel (jefe del ejército celestial), Gabriel (el mensajero celestial), Rafael (protector de los viajeros, de la salud y del noviazgo), Uriel (encargado de las tierras y de los templos de Dios), Raguel (arcángel de la justicia, de la imparcialidad y de la armonía), Sariel (encargado de los espíritus de los hombres que pecan) y Remiel (encargado de los resucitados). Pero centrémonos en los dos arcángeles de la catedral de Segovia.
Gabriel es el arcángel que aparece en las pinturas antiguas arrodillado frente a la Virgen María, también aparece mencionado en el Talmud e incluso es el arcángel, que según la religión mahometana dictó el Corán a Mahoma. El arcángel Gabriel casi siempre es representado en su papel de mensajero por haber sido el portador de la noticia de la Encarnación y según la tradición será Gabriel el arcángel que tocará la trompeta el día del Juicio Final para despertar las almas que estén dormidas. A veces este papel se le asigna también al arcángel Miguel, pero en el arte y la literatura el encargado de tocar la trompeta es casi siempre el arcángel Gabriel. El arcángel Miguel por su parte es considerado como el patrono y protector de la Iglesia Universal y el que tocará la trompeta el día del arrebatamiento .  En el arte se le representa como un ángel con armadura de general romano.


Arcángel Gabriel









CANTOS DE BODA


  
Uno de los temás más recurrentes entre los temas de la tradicción muscal de Castilla y León son los cantos de boda, también llamados galas, albadas o  cantos de honor.  Las Canciones de Honor eran cantadas por las mozas, amigas de la novia con la intención de homenajear a los novios. Musicalmente tienen su origen en la seguidilla castellana.
“El día de la boda se levantaban temprano los novios, familiares e invitados. Al salir de la casa de los padres, por última vez como solteros, cada novio recibía la bendición de sus mayores. El novio se dirigía entonces, acompañado de sus familiares y amigos, a la casa de la novia, para conducirla a la iglesia. La ceremonia religiosa solía empezar a las diez de la mañana, y a su término las mozas salían de la iglesia y se colocaban en lugares estratégicos para cantar a la salida de los novios, formando dos coros que se contestaban cada dos versos. Todas estas canciones eran cantadas por el cortejo de mozas que acompañaban a los novios a la casa de los padres de la novia, donde se iba a celebrar la comida de bodas”
                                                        


            


Paloma del palomar
Quien te ha quitado los vuelos
Que no has podido bajar
Desde el palomar al cielo.

Crezca el honor de la espiga y el trigo,
Crezca el honor de novios y padrinos,
Crezca el honor de los mozos y mozas,
Crezca el honor de la espiga y la rosa.

A la puerta de mi alcoba,
hay un charco y no ha llovido:
son lágrimas de mis ojos
que por ti tengo vertidas.

¡Qué bonita está la sierra,
con el tomillo florido;
más bonita está la novia
en brazos de su marido!

Por un sí que dio la novia
a la puerta de la iglesia;
por un sí que dio la novia
entró libre y salió presa.

domingo, 26 de marzo de 2017

INTERPRETES Y GRUPOS DE MEDIADOS DEL s. XX A LA ACTUALIDAD.


En la actualidad hay un número importante de grupos, asociaciones, escuelas y agrupaciones de dúos, o solistas de música folklórica de Segovia. Su trabajo ha consistido en en recopilar la música tradicional y darla a conocer a las nuevas generaciones.

Ronda Segoviana.


Como el propio nombre lo indica, esta ronda o rondalla está formada por personas de diferentes puntos de la provincia. Se crea en 1976, en el segoviano barrio de San Millán, donde al principio, comienza  como  tuna universitaria, y con el paso del tiempo  les empiezan a llover trabajos por muchos puntos de Castilla.
Como la mayoría de asociaciones de este tipo ha realizado su trabajo de campo o labor de recopilación, principalmente en La Granja de San Ildefonso, en Valsaín, y muchos pueblos de toda la falda de la sierra.
En toda su historia como grupo han realizado 5 grabaciones de CDS y cintas de casete, en la que se pueden escuchar desde las típicas canciones de tuna, villancicos de toda la geografía española, hasta la tradicional jota segoviana, y una gran variedad de estilos, todos ellos empleando, guitarras, bandurrias, laúdes, instrumentos de percusión, y en algunos casos el acompañamiento de la dulzaina y un bajo eléctrico.







                                                                           
Nuevo Mester de Juglaría.

Este grupo que en sus inicios se hace llamar “Clan 5”, estaba formado por Milagros Olmos, Marián Nieto, Rafa San Frutos, Fernando Ortiz, y Luís Martín, que procedían en su mayoría de tunas universitarias.
La primera vez que se dejan ver en público, es en Madrid, en un festival de Nuevos Valores, por el año 1969, en el había un premio en juego y estaban presentes una gran representación de todas las casas discográficas de España. Los cinco componentes llevaban dos guitarras, una bandurria, un laúd y un almirez, consiguiendo el primer puesto.
Poco tiempo después, actúan en cinco programas de radio, y al acabar uno de ellos, Juan Pedro Aguilar, presentador del programa les dice que deberían cambiarse el nombre, indicándoles: “lo que hacéis se parece a un nuevo Mester de juglaría”, y ese iba a ser el nombre de ésta formación hasta el momento.
En el 1971, ganan el primer premio entre 80 concursantes, y editan el disco en vinilo “Romances y Canciones Populares”. Con el sello de la casa Philips, .
Durante los años sucesivos, era muy frecuente ver a sus componentes realizando una labor de recopilación o trabajo de campo, y de muchos de los dulzaineros antiguos como Luis Barreno, Mariano Contreras... Pero los que más han influido en ellos han sido dos dulzaineros: el maestro Agapito Marazuela, y Mariano "El Silverio". Desde 1972 han realizado un total un total de 28 grabaciones de discos.
Cuando se habla de la música popular o música de raíz, en el panorama nacional, es imprescindible nombrar a este grupo de segovianos. Han viajado por todos los lugares de la península, y por otros tantos del mundo. Han recibido a lo largo de su carrera profesional, varios premios. Uno de los últimos, fue el Premio Europeo del Folklore Agapito Marazuela, recibido en el año 2005.





                       

Pablo Zamarrón. (1.957)

Nace en Arroyo de Cuellar. Su interés por la música tradicional, se inició al escuchar de niño la primera grabación del Nuevo Mester de Juglaría.

Más tarde por motivos de trabajo se tuvo que desplazar a León, y allí con un dulzainero de la zona llamado Víctor de la Riva, formó la primera escuela de música tradicional de León. En 1983, vuelve a Segovia, coincidiendo con el año de formación de la Escuela de la Diputación, teniendo como maestros a Luis Barreno Antón, Mariano Silverio, y Joaquín González Herrero (el mejor alumno del maestro Agapito Marazuela). Además del contacto con ellos tenía como referencia a los dulzaineros segoviano antiguos, a través de grabaciones, como Mariano Contreras, Serafín Vaquerizo, Gregorio García (Cuellar) y Facundo Blanco.

También realizó una labor de recopilación, o trabajo de campo, principalmente en la zona del Carracillo, recogiendo mucha información no sólo de la música sino del folklore en general.

Ha participado en varias agrupaciones musicales a lo largo de su vida, la principal “Los Zamarrones” en la que participa solamente su familia, otra de ellas es “Carrapinar”, con la que hacen pasacalles con gigantes y cabezudos, con las dulzainas. 

Es cofundador del grupo Revolada, o del Duo Velay, “Ministriles de San Nicolás”, “La Órdiga”                         




                                                             Pablo Zamarrón





Grupo Carrapinar



Él y su hermano, son constructores de cañas o pipas de dulzaina, siguiendo el mismo método que hacía el dulzainero Mariano Contreras. Y también de otros instrumentos antiguos que se utilizaban, o se cree que utilizaban en la prehistoria.


Escuela de dulzaina de la Diputación de Segovia.

Se crea en el año 1983, como una apuesta para asegurar la continuidad del conocimiento de la dulzaina, a raíz de la muerte del dulzainero y principal recopilador e impulsor del folklore segoviano, el maestro Agapito Marazuela.
Este proyecto fue dirigido por Joaquín González Herrero, alumno aventajado de Agapito Marazuela. La escuela estaba distribuida en varias sedes por diferentes puntos de la provincia, como Cuellar, Santa Maria la Real de Nieva, Sepúlveda, y la propia ciudad de Segovia
En ella han enseñado una selección de los mejores dulzaineros viejos, como Crescencio Martín, Mariano “Silverio”, Luis Barreno, Demetrio García Moreno…
Con alumnos de este primer curso de la escuela se formo el grupo de dulzaina “Revolada”, un grupo innovador, ya que hasta la fecha lo normal era ver tocando juntas una o dos dulzainas, y ellos salieron tocando en formación de cuatro y cinco dulzainas acompañados de la percusión.

                                             


Feliciano Ituero Bravo.

Nace en el año 1952, en el pueblo de Abades, cuna de otro gran dulzainero. Es un músico tradicional, autodidacta. Ha recibido conocimientos básicos por parte de algunos de los maestros de dulzaina de la escuela de la Diputación.

Ha recorrido la provincia con los oficios de dulzainero, rondador, cantor, y también con algún grupo de danzas. Ha hecho una gran labor de campo, recogiendo canciones y romances en peligro de desaparición, principalmente para guitarra y también aunque en menor medida para dulzaina. Ha colaborado en varios libros, realizando transcripciones musicales, entre ellos con Isidoro Tejero. Los instrumentos que toca son la guitarra, y la dulzaina.  

                            




Grupos de Danzas y Paloteos


En la provincia de Segovia durante el siglo XX se formaron las principales agrupaciones que hay en la actualidad. En el año 1942 se formó el Grupo de Danzas la Esteva, que por aquel entonces llevaba el nombre de Grupo de danzas de la Sección Femenina. 

En el 1985 nace Grupo de Danzas Bieldo, del pueblo de Vallelado. Los famosos grupos de paloteo de Armuña, Carbonero el Mayor formado en la década de los 40, Tabanera del Monte, Fuentepelayo, y San Pedro de Gaillos. Y los grupos de danza de Cuellar y Cantalejo.


     

Grupo de danzas y paloteo de Carbonero el Mayor




Grupo de danzas de Lastras de Cuellar




Grupo de danzas La Esteva de Segovia




Grupo de Danzas de San Pedro de Gaillos




Grupo de danzas Bieldo, de Vallelado



Grupo de  paloteo de Armuña 



viernes, 24 de marzo de 2017

NUESTRA MÚSICA TRADICIONAL: DULZAINEROS DEL SIGLO XX

El siglo XX fue clave para la música tradicional de Segovia, por toda la labor de recopilación de canciones y costumbres.
Hacia el 1900 la dulzaina era un intrumento muy tosco, depues se reformó y modernizó dotándose de llaves y alargando su afinación. La dulzaina del “Tío Saluda” por ejemplo era una de las primeras dulzainas reformadas, fabricadas en la casa del afamado constructor Angel Velasco, de Valladolid. El redoblante,  caja, o tamboril, con parches de piel, es un heredero directo de los tambores militares.
A continuación destacamos los intérpretes cuya parte más importante de su obra se enmarca desde el año 1900, hasta finales de este mismo siglo, aproximadamente. 


PAULINO GOMEZ TOCINO “EL TIO TOCINO” (1882-1960)

Natural del pueblo de Abades. El gusto y la afición por la dulzaina le viene de joven, al ver tocar en su pueblo en las romerías y procesiones, al “Tío Bernardito”, del cual con una dulzaina de segunda mano, aprende los primeros pasos. 
Durante la mili, formo parte de la banda militar, por que tenía 13 un gran oído, lo que le facilitaba quedarse con las canciones al vuelo. 
Los oficios a los que se dedicó, fueron los de carpintero, cazador y esquilador de ovejas. Una vecina suya nos recuerda, que ensayaba 2 horas diarias. 
A los 60 años aproximadamente sufrió una parálisis cerebral, que le paraliza la mitad derecha de su cuerpo, lo que no le impide dejar de tocar, sino que para hacerlo debe inclinarse a un lado (argallau). En el año de su muerte, el 1960, tocó en dos puntos de la procesión de Abades. 
En vida fue para muchos el mejor de todos los tiempos, tenía un gran prestigio, y decía que tenía que quedar bien por todos los lugares a los que fuera a tocar, por lo que nunca le faltaran seguidores.
De joven, una de las anécdotas más curiosas que le ocurrieron, fue cuando el alcalde del vecino pueblo de Sanchidrián, le contrató para tocar en la romería de las fiestas, y le advirtió, que el dulzainero del año anterior, casi muere reventado, de lo larga y dura que era la procesión. 
El día del toque en Sanchidrián junto con su tamborilero, Tocino, consiguió dar varias vueltas al pueblo, quedando finalmente sólo 4 danzantes, por lo que al finalizar la procesión, le levantaron a hombros y le hicieron quedarse varios días allí, sorprendidos con su aguante, ya que el año anterior, el dulzainero que tocó, tuvo que retirarse. 
En el año 1939 junto con el maestro Agapito Marazuela, y el “Grupo de danza y paloteo de Abades”, representó a la provincia de Segovia, en la Exposición internacional de Londres.





RICARDO GONZÁLEZ HERRERO. (1887- 1970) 

Nace el 7 de febrero de 1887 en la villa de Fuentepelayo. Pertenece a una familia donde la mayoría eran músicos. 
A lo largo de su vida ha tenido varios oficios además de dulzainero, como son el de cantero, segador y peón 14 de albañil. 
La primera agrupación musical en la que participó, fue la integrada junto con sus dos hermanos, con la que tocaban todos los domingos, y días de fiesta en el pueblo de Fuentepelayo. 
A la edad de 27 años, allá por el año 1924, empieza a tocar por lo pueblos de la comarca. 
En el 1925 empieza a enseñar el manejo de la dulzaina a su hijo Rufino, y más tarde a su hijo José María la ejecución del tamboril. 
También ha participado en varias agrupaciones, como el “Grupo de danzas y paloteo, Villa de Fuentepelayo”. 
Falleció el 21 de agosto de 1970.





SIXTO MONTALVO BERMEJO (1891-1960)

Nace en Zarzuela del Monte, el 28 de Marzo de 1891. Aprendió a tocar la dulzaina con Ángel Hernán Gómez, dulzainero de Laguna Rodrigo, a donde le llevaba su familia los lunes en un burro, recogiéndole el sábado.
Junto con Ángel Hernán hizo muchas intervenciones musicales, en público, tanto en pueblos de la provincia de Segovia, como en las de Ávila y Madrid. Era un músico, que dominaba muy bien la ejecución de la dulzaina, sabía interpretar a la perfección todas las piezas tradicionales, ya fuesen pasodobles, mazurcas, revoladas… 
Los vecinos de Zarzuela del Monte, decían que siempre estaba tocando la dulzaina, a todas horas, daba igual que hubiera misa… que cualquier acontecimiento. Durante varios años, tocó en la romería de la virgen de “El Henar”, en Cuéllar. 
Ha dejado alumnos, como sus vecinos Luis Barreno y Gregorio Dimas Montalvo. En algunas entrevistas que le han hecho a este último, que además era su sobrino, indicó que Sixto compartió enseñanza junto con Agapito Marazuela, por lo que parece ser que aprendieron la técnica musical en común. 
El 4 de Enero de 1960, muere, y se  le recuerda como “el mejor tocando la jota.”, como decía M. Contreras






AGAPITO MARAZUELA ALBORNOS (1891-1983)

Nace en Valverde del Majano, un 20 de Noviembre de 1891. De niño, sufrió una meningitis, la cual le dejó marcadas unas secuelas para el resto de su vida, la más significativa fue la ceguera. 
Su familia, muy humilde regentaba una fonda a la entrada de la ciudad de Segovia, por la Fuencisla. (El Ventorro de Somosorro) 
A los 14 años de la mano de Ángel Velasco, dulzainero del pueblo de Renedo de Esgueva (Valladolid), recibe las primeras clases de dulzaina, mientras que recibe formación de solfeo y de guitarra por parte de su padre, de un veterinario y guitarrista de Zarzuela del Monte. Poco tiempo después, con la ayuda de su padre, un burro, y una guitarra, va recorriendo la provincia de Segovia. Se matricula en el “Conservatorio de la música de Valladolid”, para aprender mas y mejor la ejecución de la guitarra. Según avanza su vida, su faceta de dulzainero, la vive con dos caras; por una, tocaba para divertimiento o como afición, y por la otra tocaba para ayudar económicamente a sacar a su familia adelante. 
En el año 1924, ofreció su primer concierto de guitarra en el teatro Juan Bravo de Segovia. Por su éxito, desde esta actuación, no le pararon de llover las ofertas de actuaciones por diferentes lugares. En  1930, como dulzainero, graba dos discos de carbón prensado, en los que se pueden escuchar dos piezas en cada uno, las cuales le dieron mucha popularidad y fama en el mundo del folklore especialmente. 
En 1932 con la ayuda de un buen puñado de personajes ilustres de Segovia, se hace pública la intención que tenía de publicar un libro de la canción tradicional segoviana, y se abren cuentas para recibir donativos de ayuda para la publicación. 
Este mismo año, en la época estival, el maestro Agapito comienza a recorrer los pueblos de la provincia segoviana y otras colindantes como Ávila y Valladolid. 
En este año se convoco el “Concurso Nacional de Folklore”, en Madrid, y con la ayuda económica de Teófilo Hernando, se presentó, aunque no estaba muy convencido. 
Afirmaba que era muy poco lo que había recogido, y Don Teofilo, le dijo, “bueno, por lo menos que vean éstos lo que se canta en Segovia”. 
Al conocer el fallo del jurado se vieron sorprendidos, al ser el mejor de los 18 trabajos presentados. El motivo principal para alcanzar el premio, sin lugar a dudas se debió a la calidad del repertorio. Agapito Marazuela presentó al concurso un total de 150 canciones, pero indicó que era “una milésima parte de todo lo que había ”. 
El repertorio de canciones se tituló “Cancionero de Castilla la Vieja”, y por medio de la ayuda de la Asociación SABA, se pidió ayuda a la Diputación Provincial de Segovia, para hacer que este cancionero viese la luz y fuera publicado, cuestión que no pudo hacerse realidad. 
En el año 1936 entra a formar parte de las Juventudes Socialistas Unificadas, las cuales le encargan que haga una selección de los mejores grupos folklóricos que existían en ese momento en el panorama nacional, para que actuases en la denominada “Olimpiada Roja”. 
Este año casualmente coincide con el estallido de “La Guerra Civil Española” la cual le hace pasar un buen periodo aislado, pero a pesar de ello no paro de hacer música. 
Durante la posguerra pasa mucho tiempo en cárceles como la de Madrid, Burgos, Vitoria… 
En el año 1960 le tributaron un gran homenaje en el teatro Juan Bravo, y cuatro años después en el 1964, se publica el “Cancionero de Segovia”, con un total de 337 canciones, después de que en 1932 no fue posible que viera la luz. 
En 1969 se edita un disco titulado “Folklore Castellano”, en el que si incluyen 22 temas. 
En el año 1976, con la organización principal de Ismael Peña, se le hace un CD homenaje, bajo el titulo de “Segovia Viva”, en el cual participan Joaquín González Herrero, Facundo Blanco, el Nuevo Mester de Juglaría, y el Grupo “Hadit”. 
Tiempo después la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia, le facilita un modesto local donde el maestro Agapito, instala la “Cátedra de Folklore”. Allí imparte clases de dulzaina, de guitarra, y de música tradicional en general, a un amplio grupo de jóvenes entusiastas por este tipo de música, destacando entre ellos Joaquín González, y Lorenzo Sancho. 
El 24 de Febrero de 1983, vive el último capítulo de su vida, falleciendo en la ciudad de Segovia y dejándonos una de las mejores obras de música popular. 
Después de su muerte fueron publicados tres libros, que hablan sobre su vida y su obra. El fue una persona que murió en una mísera pobreza, y se hizo famoso después de su muerte. En la actualidad, se organiza el “Premio Nacional del Folklore Agapito Marazuela”, como homenaje de toda su obra, y a su persona.





MARIANO CONTRERAS “EL OBISPO” (1903-1994)

Mariano Contreras, nació el 17 de abril de 1903, en Santiuste de Pedraza (Segovia). Apodado “El Obispo”, por que en su pueblo, se dedicaba a “bautizar”, a todos los vecinos de su pueblo, es decir a adjudicarles apodos. 
Desde niño ya tocaba el tamboril que el mismo fabricaba manualmente con 18 cañas de cañizo, por lo que la afición por la música ya le venía de temprana edad. 
Su padre, Gregorio Contreras, era tamborilero, pero no le hacía mucha gracia que su hijo se dedicase a la música. Ante la gran insistencia de Mariano y viendo las facultades que tenía no tuvo más remedio que ceder. 
Gregorio hablo con Román Peseto, dulzainero de Collado Hermoso, para que le diera unas clases “al chico”, y le vendiera una dulzaina que le costó 14 duros. 
Mariano Contreras era un dulzainero autodidacta, por que con lo poco que le enseño Román y los conocimientos de su padre, poco a poco aprendió a desenvolverse a la hora de tocar la dulzaina. Después amplió su repertorio escuchando a los buenos dulzaineros de la zona, como eran “El Nincho” de Caballar, Julián García Gaona de Torre Val de San Pedro y al “Tío Luis” de Matabuena. De este último fue del personaje que Mariano se declaró mas admirador; y decía de él: “Cuando toca el tío Luis en Matabuena, se le puede escuchar en Navafría.” Le seguía por todas las fiestas e intervenciones en las que tocaba, para aprender de su repertorio. 
M. Contreras, no sólo tocaba la dulzaina, también tocaba a la perfección el tamboril, gracias a las enseñanzas de su padre. Mariano decía, “Que todo dulzainero debe conocer a la perfección los ritmos y el manejo del tamboril, por que es un instrumento que va muy parejo a la dulzaina”. También utilizaba la guitarra, que como todo chico de su edad, la utilizaba para rondar a las mozas mas guapas. Año tras año, Mariano tocaba en más pueblos, al lado del tamborilero Facundo Blanco, que hicieron pareja más de 30 años. Realmente se hizo un hueco entre los mejores dulzaineros de la provincia. 
En el año 1956, Mariano dejó Santiuste de Pedraza, para irse a Segovia. Allí en los barrios de San Lorenzo y La Lastrilla, tocó en fiestas tan populares  como las Águedas, formando pareja con el dulzainero Mariano Silverio, entre otros. 
Fue profesor de dulzaina en la escuela de la Diputación. A lo largo de su vida enseñó su estilo de tocar y entender la música a todos y cuantos se acercaban a él, y a su lado se han formado alumnos como Rodrigo Peñas Barroso, Martín López Llorente, Juan José Cid Cotoval y un largo etcétera de buenos dulzaineros. 
Además en la época en la que en las iglesias no había órganos, se atrevió ha interpretar la misa con dulzaina, lo que más tarde se pasó a denominar “Misa Castellana”. Y el 17 de junio de 1994, murió en la capital segoviana. Desde ese año en el barrio de San Lorenzo, la asociación de vecinos organiza los, “Encuentros folklóricos Mariano Contreras.”






FACUNDO BLANCO HERRERO (1909) 

Nació el 27 de noviembre de 1909, en el segoviano pueblo del Cubillo. 
Su interés por la dulzaina y el tamboril ya le venía de niño. Las primeras enseñanzas para tocar el tamboril las recibió, de parte paterna. 
Durante muchos años ha acompañado con el tamboril a varios dulzaineros. Como son Mariano Contreras, con el “Tío tocino”, y muchos más. 
A lo largo de su vida ha resaltado varias veces, que el tamboril es un instrumento de acompañamiento a la dulzaina. También ha hecho sus pinitos como cantante, al heredar de su parte materna una muy buena voz. 
Sus profesores tanto de tambor, como de dulzaina han sido familiares suyos, como su bisabuelo Eloy, y su tío Juan. Ha recibido varios homenajes, el más significativo, fue el recibido en Madrid, en la Plaza Mayor, pero por su faceta como dulzainero, aunque él siempre se ha considerado tamborilero.






MARIANO SAN ROMUALDO “EL SILVERIO” (1914-2007)

Dulzainero de la dinastía y familia de músicos de “Los Silverios”. Nace en el El Guijar, pero su juventud la pasa en Torreiglesias. A los 12 años de edad, aprende a tocar primero el tamboril, y luego la dulzaina. 



Está considerado uno de los mejores dulzaineros segovianos, y se le compara, con otro de los grandes “Agapito era un dulzainero de salón, y Mariano Silverio es más todoterreno”.  
De niño, acompañaba a su padre, también dulzainero. Con el paso del tiempo empezó a dominar con destreza, y pasar de tocar por necesidad, a tocar por afición. En el año 1939, al acabar la guerra civil su familia se traslada a vivir a Segovia capital, donde Mariano se dedica al oficio de zapatero remendón, y su familia además regenta un bar.
Ha tocado en muchos lugares tanto de la provincia, como del país. En el año 1942 es uno de los miembros fundadores de la Asociación Cultural Grupo de Danzas La Esteva. Ha sido uno de los grandes embajadores del folklore segoviano
Ha sido colaborador con el segoviano grupo “Nuevo Mester de Juglaría”, y ha prestado sus servicios como profesor a la Escuela de Dulzaina de la Diputación, en la cual ha dejado grandes alumnos. Era un músico que lo que sabía era por haberlo aprendido “de oído” como la gran inmensa mayoría de los dulzaineros antiguos.

A lo largo de su vida ha realizado dos grabaciones: la primera en el año 1977, bajo el título “Fiesta en Castilla”, y la segunda en 1981, llamada “Al Abuelo”, como homenaje a su familia. Por su trayectoria fue nombrado hijo predilecto del pueblo de Torreiglesias, y galardonado con el “Mayores Castilla y León” en el año 2007.



CRESCENCIO MARTIN “SIETEALMUERZOS”. (1917-2001)



Crescencio, nació  en Santiuste de San Juan Bautista, donde paso toda su infancia. Trabajó como pastor, peón de albañil, y también emigró a Francia para trabajar de jornalero. Pero su oficio, y al que se dedicó la mayor parte de su vida, fue el de dulzainero. Un día un vecino de Santiuste de San Juan Bautista, le dijo a su padre que tenía que llevar al chico a un maestro para que le enseñase música, que “es un oficio muy bonito, con el que se gana dinero y se come bien”.
Entonces su padre habló con Don Venerando García “El Jejo”, dulzainero de la zona de Santa Maria por aquellos tiempos, y en menos de un mes, Crescencio se aprendió unas 15 piezas, con su primera dulzaina hecha artesanalmente en madera de fresno, por él mismo, mientras trabajaba de peón de albañil, para costearse las clases.
Poco después en su estancia en la “Villa de Coca”, aprende solfeo en la banda del pueblo, y “El Jejo” le aconseja que se compre una dulzaina mejor, con llaves incorporadas, del Maestro Ángel Velasco de Valladolid. Entonces Crescencio va pidiendo a toda su familia hasta reunir los 14 duros, que era lo que le costaba el instrumento. 
Cuando llega a Valladolid en bicicleta, después de pinchar tres veces, deja la bicicleta en un taller de bicicletas, en la zona de “Campo Grande” y entra al taller del maestro artesano Velasco, y allí es donde se lleva la primera desilusión, al ver que sólo queda una dulzaina para zurdos, y no le queda mas remedio que quedarse con ella. 

A la edad de 16 años, en Santa María de Nieva, toca en solitario por primera vez en público. Recibió muchos aplausos y un buen éxito. Luego tocó en Arévalo, en la Moraña…. y poco a poco las parroquias aumentaban. Algunas localidades esperaban que llegaran las fiestas para escucharle tocar en la procesión y en las dianas. Acompañó a dos grupos de danzas, uno el creado por la Sección Femenina, y durante los últimos años al grupo de Paloteos de Armuña (Segovia).
Pocos han sido los pueblos en los que no ha tocado Crescencio. Presume de haber tocado con 70 tamborileros diferentes, y en 176 pueblos de la provincia de Segovia y en ciudades y localidades como Burgos, Zamora, Ceuta, Alicante, Madrid, París…. 

Ha sido profesor de dulzaina de las escuelas de dulzaina y tamboril de Santa Maria la Real de Nieva, y de Cuellar, las dos patrocinadas por la Diputación, dando clase hasta años antes de su muerte. Sus alumnos y compañeros le grabaron un CD homenaje (De Crescencio, herencia de un dulzainero).  



DEMETRIO GARCÍA MORENO (1934) 



Dulzainero de La Matilla. Su inicio en la música se produjo con el primer instrumento que tuvo a la edad de 10 años, un pito hecho con el cuerno de un chivo. De joven adquiere una dulzaina que tiene dos cuerpos, con la que toca por procesiones de la zona acompañado de sus dos hermanos, Gregorio y Vicente. 

Ha hecho una gran labor de recopilación y conservación en las comarcas de Sepúlveda y Pedraza, en los años 60 principalmente, y acompañado del “Tío tambores”, tamborilero de Cantalejo. Junto a otros dulzaineros antiguos ha sido profesor de la “Escuela de Dulzaina de la Diputación de Segovia”, siendo uno de entre los muchos que pasaron por ella, también dio clases en la zona de Sepúlveda.  



LUIS BARRENO ANTÓN. (1936-?)



Dulzainero del pueblo serrano de Zarzuela del Monte. Empieza a tocar este instrumento a la edad de 14 años. Tuvo como maestros a dos dulzaineros de su mismo pueblo, primero Leandro Bermejo y después a Sixto Montalvo "El Tio Saluda", con el que dió unas 20 clases.
En algunas entrevistas que le han hecho a Luis, dice que el Tio Saluda es duro por que tocaba dos veces una pieza, tu la escuchabas y te decía que hasta que no la supieras no volvieras.. Con el Tio Saluda fue con el que más aprendió,  le enseñó unas 15 piezas. Desde aquí empezó a tocar por los pueblos y poco a poco fue mejorando. Era uno de los mejores dulzaineros, de los más vertiginosos, y de lo que con más energía tocaba la dulzaina.
Tocaba de oido. No sabía música, escalas, solfeo, etc. Y de los pocos dulzaineros que no utilizaba las llaves de la dulzaina, porque las notas bemoles y las sostenidas, las hacia con la boca..
Ha participado en varias formaciones musicales. Entre ellas, y quizá la mas importante, la “Ronda de Zarzuela del Monte”, con la que llegaron a hacer una grabación en formato LP. Y ha participado como profesor de dulzaina en la escuela de la Diputación de Segovia, dejando alumnos, como Pablo Zamarrón, y sus dos hijos, que forman el grupo los “Hermanos Barreno”.






Decir cuál ha sido mejor dulzainero es complicado. Aunque hubo muchos más, un posible órden de los considerados mejores dulzaineros antiguos segovianos que se conocen es el siguiente  :

1º.-Paulino Gomez Tocino “El Tío Tocino” (1882-1960), de Abades.

2º.-Luis Barreno Antón. (1936-?) de Zarzuela del Monte
3º.-Agapito Marazuela Albornos (1891-1983). De Valverde del Majano
4º.-Mariano San Romualdo “El Silverio” (1914-2007). el El Guijar
5º.-Mariano Contreras “El Obispo” (1903-1994). De Santiuste de Pedraza
6º.-Sixto Montalvo Bermejo “ El Tio Saluda” (1891-1960) de Zarzuela del Monte
7º.-Crescencio Martín “Sietealmuerzos” (1917-2001) de Santiuste de San Juan Bautista
8º.-Demetrio García Moreno (1934) de La Matilla