viernes, 24 de marzo de 2017

INSTRUMENTOS DE LA MÚSICA TRADICIONAL SEGOVIANA

Los principales instrumentos empleados en el folklore segoviano se pueden dividir en:

Instrumentos de percusión.

  • Caja o tamboril, de la familia de los membranófonos. Es un instrumento muy típico en toda la península Ibérica. Se parece mucho al tambor, pero es más estrecho y alargado. Ya aparece en las antiguas bandas militares de la Edad Media. La base es una pieza de madera en forma de cilindro de unos 10 cm. de altura, recubierto por unos parches, en las dos caras, y uno de ellos el de la parte inferior generalmente tiene colocada diametralmente una bordonera. Su ejecución consiste en golpear los parches con las baquetas o palos, estos de madera generalmente. En nuestra provincia en la antigüedad, los hacían los pastores, con diferentes partes de las pieles de las ovejas, y durante siglos ha sido acompañante inseparable de la dulzaina.                                                                                                                 




  • Bombo, también de la familia de los membranófonos, pero se diferencia de la caja o tamboril, en que sus dimensiones son mas grandes,  por tanto su timbre mas grave, y no tiene colocada ninguna bordonera, en ningún parche. Es frecuente encontrarle, en el folklore de muchos puntos de la geografía española. Y el sonido se consigue al golpear uno de los parches, con cualquier elemento, generalmente un maza.                                                                                          
                                


  • Pandereta, es un instrumento muy simple, está formado por una aro de madera donde en una extremo va situado un parche, y en el mismo aro van situadas unas sonajas, y al golpear el parche se produce el sonido. Sus primeras menciones literarias son de principios del siglo XIV. Y aparece en varios capítulos de la Biblia, y es un instrumento que se puede encontrar en muchas partes del mundo.

                                                   

 


Instrumentos  de Cuerda
  •  Guitarra, de cuerda punteada, y muy parecidos como todos los instrumentos de esta familia solo que se diferencian el número de cuerdas, que éste en particular tiene 6. Es de los más frecuentes, tanto en la música popular segoviana, como en la peninsular. La primera aparición de este instrumento, es en el siglo XVII, sólo que con el nombre de vihuela, y con dimensiones menores que las actuales, la empleaban los trovadores y juglares, cuando iban de pueblo en pueblo cantando, contando historias y noticias de la época. A lo largo de la historia ha ido evolucionando en diferentes aspectos técnicos, y como nota curiosa, decir que durante el siglo XIX, era frecuente que se decorasen con óleos, u otras pinturas. En Segovia durante el siglo pasado, acompañaba a los mozos cuando rondaban a las chicas, las tradicionales rondas de mozos, o rondallas. Para su fabricación se  utilizan diferentes tipos de maderas, como pino, abeto y ébano. Y el sonido se consigue al puntear alguna de las 6 cuerdas; estas vibran, y con la ayuda de la caja de resonancia, se producen las diferentes notas musicales. 



  • Laúd, es un instrumento de cuerda pulsada. Ya aparece en diferentes documentos del siglo XIX, con la forma que tiene en la actualidad, pero se sabe que en Mesopotamia hacia el año 2000 a.C, ya había un instrumento con características muy similares. La función de las actuales púas, en esa época la hacían las conchas de las almejas. Su ejecución es idéntica a la de todos los instrumentos de estas características, sólo que se diferencia en que tiene 12 cuerdas, lo que la hace más complicada y también formada y forma parte de las actuales rondallas. 



  • Bandurria, de cuerda pulsada o punteada, como los dos anteriores, pertenece a la amplia familia del laúd español. Como la mayoría de instrumentos de cuerda aparece en la Edad Media, con el nombre de bandola o bandolín, como le conocemos en castilla. Su cuerpo es más corto que el del laúd, y su ejecución es idéntica a la de los instrumentos anteriores. Tiene 12 cuerdas, y también es un instrumento muy frecuente en formaciones musicales, como rondas y tunas.



Instrumentos Idiófonos. 

Este es un grupo de instrumentos muy variados, cuya ejecución no es nada complicada. Se suelen emplear para el acompañamiento de 8 instrumentos nombrados anteriormente. Los más frecuentes de encontrar en nuestro folklore, son los siguientes:
  • Botella de anís, se utiliza en toda España, su ejecución consiste en frotar con el mango de un tenedor o una cuchara de albaca, los salientes de la botella de cristal. 


  • Almirez, es un útil frecuente en las cocinas castellanas, el sonido se obtiene al percutir con el mango, las paredes y el fondo del recipiente. Es idéntico al mortero, sólo que se diferencia en el material de elaboración, uno es de madera y otro de metal. 


  • Huesera o arrabel, como el propio nombre indica huesera, es un instrumento, en el que van dispuestos, 12 o 14 huesos, enlazados todos con un cordel, para poder colocárselo en el cuello, y con unas castañuelas se frota arriba y debajo.



Instrumentos de viento. 
  • Dulzaina, de viento madera, su estructura esta formada por un tubo cónico de madera donde van los distintos agujeros y llaves, con una campana en la parte inferior, y en la parte superior un alojamiento, donde se coloca el tudel. Hay varias teorías respecto a los inicios de este instrumento, una dice que viene de la familia del aulos griego; otra que proviene de tierras bárbaras, y que el rey Alfonso X, la introdujo en tierras castellanas por el siglo XIII, pero la que más credibilidad tiene nos indica que viene del norte de África. En toda la cuenca mediterránea, del Dufai, existe un instrumento con características muy similares. Los primeros códices donde se menciona son   dos: “Princeps de Las Cantigas, en honor de Nuestra Señora”, libro escrito por el Rey Sabio, donde nos comenta los instrumentos empleados por trovadores, juglares y ministriles, en los siglos XIII y XIV, en Castilla, mencionando a la dulzaina y la chirimía. Y el otro libro donde se nombra, es “El libro del Buen Amor” bajo el nombre de “dulçema”. En Castilla se popularizó en el siglo XVI, haciéndose un elemento indispensable de cualquier fiesta o celebración. Hasta finales del XIX, todas las dulzainas eran diatónicas (no tenían llaves), pero Ángel Velasco de Renedo de Esgueva (Valladolid), tuvo la brillante idea de incorporarla una serie de llaves, para poder dar los semitonos, que es como la conocemos en la actualidad. Quizá es el instrumento más importante y representativo de nuestro folklore. 

                        


  • Pito o flauta, hay varias clases, una es el pito castellano idéntico a una flauta dulce, pero a lo largo del cuerpo, van dispuestas distintas llaves, para poder dar alteraciones. Y luego esta el pito o flauta de tres agujeros, que como el nombre indica es un tubo hueco de madera, que en su parte inferior tiene tres agujeros, por los que se dan las diferentes notas musicales.


  






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